Comienza mezclando los ingredientes secos, es decir, en el recipiente de la batidora vierte la harina. Por un lado, el azúcar junto con la sal y por el otro lado la levadura. Es importante que la levadura no esté en contacto directo con el azúcar o sal porque estos ingredientes la matan debido a sus propiedades higroscópicas, lo que significa que absorben el agua que desea la levadura. Mezcla un poco para que se distribuyan estos ingredientes.
Aparte, vierte en el agua el colorante vegetal, la esencia de vainilla y las yemas. Luego, vuélcalo sobre la mezcla de ingredientes secos y empieza a batir con el accesorio de gancho a velocidad media-alta.
Truco: si notas que la masa está muy seca, puedes aumentar un chorrito de agua hasta que se sienta más hidratada.
Cuando veas que los ingredientes se han integrado en una masa, añade la manteca o mantequilla y continúa mezclando hasta que desaparezcan los trozos de mantequilla.
Aumenta la velocidad de la batidora al máximo para empezar a amasar. Mantente amasando alrededor de 10 minutos.
Comprueba que la masa está lista separando un trocito y estíralo lentamente entre ambas manos. Debe estirarse con facilidad quedando una lámina sumamente delgada sin romperse. Cuando obtengas una membrana traslúcida, haz un agujero. Este se debe abrir formando un borde liso o casi sin picos.
Truco: si la masa aún no se ve así, aumenta el tiempo de amasado hasta conseguirlo.
Cuando la masa esté lista, vuélcala sobre una mesa espolvoreada con harina para evitar que se pegue.
Procede a porcionarla en piezas de 40 gramos.
Seguidamente, boléalos sobre la mesa (alisa la superficie de una masita jalándola para darle forma de bola y, luego, colócala sobre la mesa y con la mano encima ejerciendo bastante presión proporciona giros circulares). La bolita debe quedar redonda, con la superficie lisa y con pliegues bien unidos por debajo.
Acomoda las bolitas en una bandeja de 18x36 cm. previamente engrasada con manteca, dejando un par de centímetros entre sí.
Lleva a refrigerar durante toda la noche para tener un leudado controlado o coloca la bandeja en el área más cálida de la casa hasta que dupliquen su volumen. Asegúrate de cubrirla con un paño húmedo o papel film antes de dejarlos leudar.
Truco: puedes generar un buen ambiente para el leudado en el horno calentándolo a 30°C. Introduce la bandeja y deja que leude (tomará aproximadamente 1 hora)
Por último, hornéalos a 180 °C de 15 a 20 minutos o hasta que se vean bien dorados.
Retira el pan dulce del horno, desmolda inmediatamente, déjalos enfriar sobre una rejilla y listo para disfrutar con una taza de café.
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